La tatuadora filipina Apo Whang-Od se volvió en la mujer con mayor edad en convertirse en la modelo de portada de Vogue. La artista de 106 años que posó para la versión filipina de la revista, se ha convertido en un ícono de su país.
Lleva tatuándose desde que era una adolescente y su nombre se ha expandido durante los últimos 15 años. Actualmente, miles de turistas la visitan.
Tal como señaló Vogue, Whang-Od tenía 16 años cuando comenzó su carrera como tatuadora bajo la tutela de su padre. Fue la primera y única mujer mambabatok de su época, convocada por las comunidades de acogida.
"Tatuaba los símbolos sagrados de sus antepasados en las personas que habían cruzado o estaban a punto de cruzar un umbral en sus vidas", menciona el artículo.
Mambabatok es como se conoce al maestro tatuador tradicional de Kalinga, y si bien las mujeres no aprendían estas técnicas, su padre fue quien la ayudó a descubrir su potencial como tatuadora, desafiando las normas de género desde su adolescencia.
Así fue como Whang-Od, conoció este mundo, donde desarrolló la técnica batok, un tatuaje tradicional hecho a mano.
La tatuadora filipina hizo tatuajes durante más de 80 años a cazadores y mujeres indígenas de la región de Kalinga, pero actualmente solo tatúa a turistas. Aunque no a todos, ya que ella elige a quién sí tatuar y a quién no.
La mujer de 106 años es la última que domina esta técnica, por lo que el arte del batok podría desaparecer para siempre. La cultura de su tribu cree que el título de mambabatok solo puede ser adquirido por descendientes sanguíneos, pero ella no tiene hijos.
Whang-Od traspasó todo su conocimiento a sus sobrinas, por lo que de ellas dependerá si sigue o no viva esta tradición.