La madrugada del 31 de diciembre, se informó de la muerte de Joseph Aloisius Ratzinger, más conocido como el papa Benedicto XVI, quien falleció a los 95 años, este se encontraba en calidad de emérito.
A través de un comunicado, en el que solo bastaron un par de palabras, se informó sobre el suceso, el cual habría ocurrido a las 9:34 horas local (5:34 horas de Chile), en el Monasterio Ecclesiae del Vaticano.
Venía con problemas de salud en los últimos días, incluso, evidenciando un claro deterioro en sus mínimas apariciones públicas.
Su sucesor, el papa Francisco I, pidió una oración especial por él. Esto ocurrió el miércoles 28, de este mes, en una audiencia general del actual pontífice.
Asimismo, su secretario personal, monseñor Georg Ganswein, había dicho en los últimos días que era “como una vela que se apaga lenta y serenamente”.
Sus hitos más importantes
Nació el 16 de abril de 1927, en Marktl am Inn, Alemania, el cual es un municipio muy cercano a la frontera con Austria.
En 1951, es ordenado como sacerdote, ya con 24 años. En marzo de 1977 es nombrado arzobispo de Múnich y Frisinga.
Ya en noviembre de 2002, fue nombrado decano del Colegio cardenalicio, teniendo como deber llamar a todos los cardenales a Roma. Esto para un cónclave después de la muerte del papa Juan Pablo II, quien era el sumo pontífice en aquel momento. Además, siendo asesor teológico del mismo pontífice.
Es así, como el 19 de abril de 2005, es escogido como el papa número 265. Gracias al voto de 115 cardenales.
Cargo que ocuparía por tan solo ocho años, hasta 2013, mismo año que informó sobre su jubilación, la cual sería por su “edad avanzada”, como él mismo diría.
Desde ese momento, hasta sus últimos días, vivió en el Vaticano, acompañado de su “familia” vaticana, la cual estaba compuesta por su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas, que se repartían las tareas de la casa y se ocupaban de las necesidades del papa emérito.